Existen ciertos mitos alrededor del consumo de mariscos, como la preocupación por el mercurio y las posibles alergias. Sin embargo, no todos los mariscos presentan riesgos significativos. Los mariscos más comunes, como camarones, almejas y mejillones, tienen niveles bajos de mercurio y son seguros para el consumo regular.
Otro temor es la frescura, pero los avances en transporte y conservación han facilitado el acceso a mariscos frescos y seguros en muchas partes del mundo. Además, consumirlos cocidos reduce aún más el riesgo de enfermedades transmitidas por alimentos. Los consumidores pueden seguir simples prácticas de seguridad, como refrigerar correctamente los mariscos y comprarlos en fuentes confiables.
Es importante recordar que la mayoría de las personas puede disfrutar de los mariscos sin problemas, y los beneficios para la salud superan ampliamente los riesgos en la mayoría de los casos. Con los cuidados adecuados, los mariscos son una excelente y segura fuente de nutrientes esenciales.